Verter sustancias químicas peligrosas en las tarjas, se le conoce como tarjazo y es un problema común en los laboratorios tanto de la UNAM como de otras universidades. Esto tiene graves impacto ambientales, cuya magnitud no puede ser cuantificada, solo estimada por falta de datos reales. Sabemos que este problema existe porque ha habido daños en tuberías. Por dar un ejemplo, 3g de sulfato de cobre (una moneda de 50 centavos) contamina 1500 garrafones de agua, evita la fijación de 30 kg de CO2.